La Curva de la Herradura es un tramo de vía, única en el mundo, conocida por su innovador e ingenioso diseño. El origen de su nombre, como no puede ser de otra manera, viene dado a su peculiar forma de herradura. Lo que la hace especialmente espectacular es el hecho de que desde los primeros vagones puedes ver la cola del tren. Y es esto lo que la convierte en un auténtico destino turístico.
¿Dónde se encuentra la Curva de la Herradura?
Está ubicada en el estado de Pensilvania en Estados Unidos y fue terminada en 1854. Diseñada por el ingeniero ferroviario John Edgar Thompson, supuso un auténtico antes y después en la historia de los ferrocarriles. El propósito de este proyecto era evitar tener que construir un túnel a través de las montañas y poder asegurar la seguridad del trayecto reduciendo el grado de inclinación. De ese modo se evitaría gastar más tiempo y dinero. La línea ferroviaria ha sido siempre importante desde su apertura e incluso, durante la Segunda Guerra Mundial, atrajo saboteadores nazis que fallaron en su intento de destruirla.
La Curva de la Herradura, un gran destino turístico
En 1966 ganó su estatus como Monumento Histórico Nacional, pero no fue hasta 2004 que se consideró Monumento Histórico Nacional de Ingeniería Civil.
Durante muchos años la Curva de la Herradura, también conocida en como “Horseshoe Curve”, se ha convertido en un gran atractivo turístico. En 1879 se completó un parque de observación junto a la vía para poder atender a la alta demanda de turistas interesados por visitar dicho monumento. A principios de la década de 1990 se construyó un centro de visitantes y un estacionamiento en la base de las vías, atrayendo a centenares de visitas diarias que disfrutan del espectacular paisaje y de las vistas panorámicas de las montañas. En la actualidad, más de 50 trenes de pasajeros y de carga viajan a través de la Curva de la Herradura todos los días. Al llegar el tren a la curva, éste lo anuncia a través de la megafonía para alertar a los viajeros que disfruten por su paso.